jueves, 26 de septiembre de 2013



Cuando era niña, siempre heredaba todo de mi hermana, ser la pequeña es lo que tiene. Pocas veces estrenas cosas, pero otras veces llegan objetos muy deseados, como la bicicleta,.. Que ganas de que se aburriese y me la diera ,era, casi ,casi un sueño, ella la tenía tan nueva, tan bonita y que poquito me duro.


jueves, 22 de agosto de 2013

Ventus



 

 A primera hora de la mañana, una luz dorada se cuela por las estrechas calles de Tarifa, despacio, va despertando en silencio la ciudad del viento.
Pasear a esas horas es un espectáculo, sobre todo para el que viene con los ojos de la luz del norte.
Cada vez que doblas una esquina te encuentras con una callejuela y luego otra y otra, hasta verte inmerso en un laberinto lleno de rincones que se iluminan  por el sol.
Las pequeñas plazas desnudas de gente, enseñan sus fachadas blancas, desconchadas, llenas de flores o  carteles de restaurantes, bares, locales…tantos como rincones tiene Tarifa.
Pero cundo sales de esas calles enredadas se abre un mar, un mar infinito solo recortado por la silueta de África.
Caminar por la carretera  desierta que separa los dos mares, hace que el sentido de libertad te llene los pulmones y que el viento de Tarifa te diga cuanto hay por descubrir.